Reanudemos esto...

Hace ya cuatro años que regresé a la Ciudad de México luego de una etapa de siete años en Barcelona estudiando un doctorado y cuatro en la Ciudad de Oaxaca colaborando con la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. El regreso fue y sigue siendo intensivo, la ciudad se había transformado de forma radical en estos trece años, no siempre de la mejor manera.

De hecho en varios aspectos descubrí una ciudad en retroceso en temas que se había avanzado paulatinamente. Como es el caso de la seguridad --esto afecta por igual todo el país desde hace ya años como sabemos todos--, en otros se encontraba desbordada y sin acciones claras y sobretodo actuales para enfrentar los retos de nuestro tiempo.

Dos temas en particular creo son la base del resto de las problemáticas que enfrentamos; agua y movilidad. De forma que estos dos ejes se convirtieron en el  eje de la practica que cotidianamente ejerzo dese mi profesión. Parte de este trabajo los pueden encontrar en la web de mi consultora www.eetestudio.com.

Por un lado, intentar reconstruir el ciclo del agua en un entorno urbano impermeable y con una larga tradición de proyectos dedicados a romperlo --de siglos podemos decir--, no ha resultado fácil. Por otro, generar soluciones de movilidad inclusiva y de bajo impacto, priorizando a los usuarios más desprotegidos de la ciudad, el peatón y los que usan vehículos no motorizados es también una prioridad.

Estos dos simples aspectos han servido de base para el desarrollo de un un número ya importante de proyectos en la ciudad, muchos de los cuales se encuentran totalmente o parcialmente ejecutados. Otros más en fase de desarrollo y algunos han sido ignorados u abandonados, muchas veces por falta de entendimiento, otras porqué fueron rebasados por el problema. 

Sin embargo, las problemáticas antes mencionados y que hemos pretendido atacar desde hace mucho se mantiene en ascenso, los problemas derivados del exceso y luego la falta de agua en la ciudad son cada vez más graves. En particular en la parte oriente de la mancha urbana donde millones de personas enfrentan el reto de acceder a agua de calidad cotidianamente y contradictoriamente de inundaciones cíclicas. 

En materia de movilidad, la ciudad está atascada, en mucho debido al exceso de vehículos automotores de todos tipos que la circulan, derivado en buena parte de una fuerte relación cultural entre las personas y su vehículo. Al cual se le asignan valores de referencia personales, es decir la población en México llega a  desarrollar una parte de su personalidad mediante el uso de automóvil, este fenómeno hace complejo la implementación de políticas y soluciones al tema.

Otra parte se le puede achacar a la calidad, pero sobretodo la falta de seguridad en el transporte público que cómo hemos comentado antes este es quizás la principal lacra que nuestra sociedad enfrenta a todos niveles. Dicho fenómeno aleja a los usuarios del transporte y no es ni mucho menos exclusivo de la Ciudad de México. 

Pero, la discusión sigue siendo necesaria, el debate debe continuar con el objetivo de explorar las posibles soluciones que estas y otras problemáticas propias de nuestros tiempos. Así que continuemos con la diálogo sigamos explorando ideas, oportunidades, soluciones, esperanzas.  

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