Calle-Creto
La práctica del urbanismo moderno en
sus diversas escalas se encuentra en la actualidad en un proceso de
reinvención, derivado del cambio de paradigmas que como sociedades
hemos asumido para garantizar nuestra subsistencia.
Estos nuevos paradigmas orientan
nuestro desarrollo en la dirección de un futuro más sostenible, que
inicia con la construcción de ecosistemas más saludables. En
particular el ecosistema urbano, donde se acomodan en el mundo más
de la mitad de población y nacionalmente cerca del 80 %, requiere de
una fuerte transformación en todas sus escalas.
Pavimentación en La Paz BCS |
Esto quiere decir que no solo los
grandes proyectos de alto impacto mediático son importantes y dignos
de ser analizados y considerados. La escala pequeña es por muchos
motivos la principal responsable en el proceso de transformación de
la ciudad y por lo tanto su discusión resulta de altamente
importante para poder enfocar el destino de las urbes.
La construcción y reconstrucción de
calles por ejemplo, es una actividad cotidiana, que sin embargo es
tomada muy a la ligera a la hora de analizar el impacto de su diseño
en la ciudad. Como consecuencia encontramos que las ciudades siguen
construyendo banquetas bajo modelos que en la actualidad resultan
contrarios a esos paradigmas de sostenibilidad a los que deberíamos
estar sujetos.
Vegetación en grieta Ciudad de México |
Todos los días son vertidos en las
ciudades miles de metros cúbicos de concreto y asfalto que debido a
la falta de medidas de mitigación terminan por tapar los suelos
urbanos impidiendo el continuo del ciclo del agua. Este fenómeno se
traduce en una isla de calor que eleva la temperatura de las ciudades
a la vez que impide que el subsuelo se rehidrate, lo que disminuye
gravemente la capacidad de usar agua de fuentes locales para nuestro
consumo.
SI suponemos que más menos el 25 % de
la superficie de la ciudad son calles la pérdida de esta oportunidad
para aprovechar las calles para la mejora del medioambiente y la
recarga de acuíferos urbanos resulta muy grave.
Pese a esto, es posible ver como
ciudades grandes y pequeñas continúan construyendo y reconstruyendo
calles pocas consideraciones sobre el futuro hídrico de las ciudades
y sus ecosistemas. De hecho, el uso de concreto no es un problema en
si, si no la falta de áreas apropiadas destinadas a la captura de
agua en el diseño de las calles, áreas que podrían incluso
construirse en concreto.
Calle con arriate vegetal México DF |
Pese a estas posibilidades el vertido
de concreto o el pegado de piezas con mortero sobre firmes de cemento
es una práctica común y cotidiana. En los últimos años mediante
la práctica profesional he sido testigo de esta realidad, lo mismo
en Oaxaca, que en Baja California Sur o el Distrito Federal, las
calles siguen siendo selladas de forma poco racional, sin medir las
consecuencias de futuro.
Urge encontrar mejores soluciones y
modificar la forma en que se hace la calle en las ciudades mexicanas.
Avanzar como se ha hecho en materia de movilidad en dirección de un
concepto de calle más sostenible que nos permita habitar y prosperar
de forma más eficiente y equilibrada.
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