Modelos de movilidad

No todas las ciudades son iguales
El Imparcial 6 de febrero del 2012

Taxis colectivos Central de Abasto Cd de Oaxaca 
La Organización Mundial de la Salud, organismo dependiente de Naciones Unidas, publicaba en un reporte recientemente concluido, que la contaminación en las ciudades, daña más al organismo de lo que por mucho tiempo se supuso.

Entre sus afirmaciones destaca el echo de que las partículas suspendidas que flotan en nuestras urbes resultan bastante más nocivas de lo que se pensaba hace un tiempo. Son resultado de actividades humanas y pese a tener un sin fin de orígenes, el que más aporta a este fenómeno es factor transporte. Los vehículos automotores son responsables la gran mayoría de la generación de gases y otras emisiones contaminantes a la atmósfera, entre estas dichas partículas.

Al iniciar este artículo dedicado al transporte haciendo mención del informe –que ya abordaremos mejor más adelante en esta columna-- es para sentar una vez más el antecedente de la importancia de este sector para la mejora en la calidad de vida de las ciudades. Y como la toma de decisiones que ha esta materia concierne, debe hacerse considerando muchos aspectos, uno importante en particular. Las ciudades son muy diversas, las soluciones a sus problemas deberían serlo también.

En los últimos tiempos sin embargo, obviando estas particularidades, se han intentado aplicar soluciones a los problemas de movilidad de las ciudades, como si se tratara de soluciones de recetario, que funcionan lo mismo en una situación que en otra. Lo que puede significar un grave error que afectaría a cientos de ciudades y millones de personas.

Dos factores son determinantes para que esta situación se presente: el profundo desconocimiento que las ciudades tienen de si mismas, más allá de algunos datos estadísticos generales, las ciudades carecen de instrumentos propios para evaluar sus y aportar soluciones. Y por otro lado la carencia de profesionalismo con que consultores muchas veces más al servicio de intereses ajenos a la ciudades que a las propias urbes y sus habitantes, que son quienes normalmente pagan sus servicios.

La falta de capacidad de las ciudades para generar sus propias conclusiones sobre el futuro, las ha hecho dependientes de las opiniones “expertas”, de firmas consultaras que desde visiones exógenas y muchas veces sesgadas por contratos o intereses, comprometen la ciudad sus recursos y habitantes. No todas operan así desde luego, pero como saber cual si y cual no?

Es decir, ponemos fe ciega en empresas de las cuales no sabemos prácticamente nada. La pregunta es ¿quien vigila al policía?, ¿quien protege nuestros intereses como sociedad? La transparencia es una gran deuda de los gobiernos con las personas y las ciudades no son la excepción.

La ciudad de Oaxaca no es el Distrito Federal, tampoco, Puebla, Leon o cualquier otra urbe que podríamos imaginar, de las miles que se distribuyen por el país y el planeta. Es una ciudad llena de particularidades sociales y económicas que demandan un reconocimiento específico de sus alcances y limitaciones antes de poner en marcha cualquier propuesta a la ligera.

Una realidad la hace particularmente distinta a muchas otros entramados urbanos, que podrían por decirlo de alguna manera, jugar en su liga. Oaxaca es una ciudad que rebasa lo metropolitano y se desdobla dentro lo regional. Un espacio complejo, de intercambio cotidiano de bienes y servicios, delimitado por una geografía única y un modelo económico particular que se centra en en el municipio de Oaxaca de Juárez, pero se distribuye hasta por 35 km de radio.

Estas condiciones tendrían que ser no sólo tomadas en cuenta a la hora de proponer soluciones al problema de movilidad que enfrenta la ciudad. Deberían ser sin duda, los ejes desde los cuales se construya lo que podría ser la plataforma de transporte que lleve a la ciudad de Oaxaca del fondo de las estadísticas nacionales con rumbo a un futuro más brillante.

Oaxaca ciudad como casi todas las urbes del Sistema Urbano Nacional, enfrenta grandes retos que en las condiciones actuales de las sociedades latinoamericanas, casi completamente urbanizadas, son fundamentales de atacar y resolver. Pero las soluciones deben ser a medida, no genéricas, tendrían que estar construidas desde abajo, desde conocimiento del usuario. de las personas de a pié, para adentrarnos en materia social y económica más profundamente.

Reconocer el territorio y su geografía, y entonces aportar soluciones, que la sociedad debería poder conocer, valorar y avalar, por que si no, de nuevo estaremos a merced de las opiniones uno cuantos, que para colmo, no conocemos.

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