Consultar para decidir
Estacionamiento o ciudad
El Imparcial 23 de enero del 2013
Este fin de semana se realizó en la Ciudad de México un ejercicio que por suerte esta empezando a formar parte de la vida cotidiana de las ciudades. Se consultó a la población sobre la pertinencia o no, de instalar sistemas de cobro por estacionamiento en las calles de las colonias Roma y Condesa, en la parte central del nuestra ciudad capital.
Este ejercicio tan interesante arrojó
entre muchas cosas dos datos muy interesantes. La participación
llegó al 60% del padrón rebasando los 10 mil participantes y el
resultado de la consulta marcó un es quema dividido en cuanto a la
elección de las personas.
Dichos datos nos hablan del interés que
existe por arte de los habitantes de una ciudad en la toma de
decisiones que atañen al espacio donde habitan. Igual da seña de
que estos intereses trascienden el cotidiano y se mezclan con las
tendencias socioeconómicas del momento.
Estas dos colonias han pasado por un
proceso de transformación que arranco poco después del sismo de
1985 pero que intensificó al final de la década de los 90. este
periodo dichos barrios pasaron de ser zonas tradicionalmente
habitacionales y de clase mas bien media y baja, en polos comerciales
y de servicios que los han transformado en algunas de las colonias
más deseables de la ciudad.
En la actualidad el esquema social de
estas colonias se encuentra también sumido en un proceso de cambio
que ha llevado a una interesante mezclas de grupos económicos. En
estos lugares hoy día conviven lo mismo personas que pagan
alquileres valuados en dólares que familias con rentas bajas o que
viven en edificios “protegidos” por organizaciones sociales, como
la Asamblea de Barrios.
Dicho matiz hace aún más interesante
el resultado de la consulta ciudadana que recientemente ocurrió. En
esta columna continuamente hemos mencionado el sin sentido que tiene
seguir entregando cada metro cuadrado de espacio disponible al
automóvil. Peor aún si esto se hace manera gratuita, ya que resulta
de forma indirecta representa un forma de distribución de la riqueza
pública de forma desigual. Es decir para gozar del uso de la mayo
parte del espacio público de las ciudades –que son las calles--
hay que comprarse un carro.
El ejercicio que el Distrito Federal
acaba de practicar ha permitido que miles de personas expongan sus
razones en favor y en contra de la iniciativa. Como es de esperar
hubo un poco de todo en la realización de dicha practica, incluida
la mano “oscura” de aquellos que han echo de las calles una forma
de posesión y explotación privada, como es el caso de los famosos
franeleros que hicieron campaña activa para proteger su “fuente”
de trabajo.
Que no es otra cosa que explotar la
calle sin ninguna certidumbre, ya que el pagarle aun franelero lo
único que garantiza es que tener un espacio de estacionamiento y que
el mismo no va a dañar el auto. Por que aún no existe franelero que
nos dé un recibo fiscal o pague a una aseguradora por protegernos en
caso de robo. Es más una forma de chantaje que un verdadero
servicio.
También expusieron su punto de vista
aquellos que poseen automóvil y que ya gastan en el una parte
importante de su dinero, en el automóvil y que puede ser bastante
más el 10% del ingreso de una familia media. Para ellos, asumir que
su derecho a tener auto viene con un costo extra es algo inaceptable,
con todo y que hay que dejarlo bien claro hacen más uso del espacio
y las infraestructuras, que se pagan con el dinero publico, incluso
el de los que no tiene auto y que son mayoría.
La inequitativa forma en que el dinero
público ha beneficiado a los propietarios de autos, ha creado el
espejismo de que tienen más derechos que el resto, lo que
indirectamente indica que quienes ganan más merecen más. Esta forma
de ver la realidad no ha dejado nada bueno. Si vemos el espejo de los
países desarrollados veremos que la cosa funciona al exactamente al
reves, el que más tiene pone más.
Pero ante todo, hay que reconoces el
hecho que de que las practicas de consulta sirven para trasparentar y
medir el sentir de la sociedad. Pronto una parte importante de estas
dos colonias tendrá parquímetros, me inclino a pensar que el lado
donde los haya habrá mejor orden y más inversión resultado de la
recaudación. Y con suerte desaparecerá del paisaje una forma de
acaparación del espació publico, en beneficio de la gran mayoría
de personas que sólo pretendemos hacer uso y no explotación del
espacio de la ciudad propiedad de todos.
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