Densidad
El modelo de ciudad ligera
El Imparcial 8 de julio del 2012
Cuando apreciamos el perfil urbano de
nuestra ciudad de inmediato encontraremos que se trata de una urbe
donde apenas se dibujan algunos pocos elementos de escala vertical, y
que por el contrarío la mayor parte del perfil urbano corresponde a
edificaciones de una o dos plantas.
Este modelo de ciudad que se repite en
casi la totalidad de las manchas urbanas que componen el sistema
urbano nacional –SUN-- ha dado como resultado que el tamaño de
nuestras ciudades se multiplique mucho más rápido que su población.
El por que de esta tipología tiene muchas explicaciones, que van
desde lo social y antropológico, hasta lo técnico.
Por ejemplo, por un lado hay que
entender que si algo caracteriza a nuestras ciudades es la
irregularidad en cuanto a la posesión del suelo que millones de
personas habitan. Una proporción de entre el 60 y 70 % del suelo
urbanizado de las ciudades en México lo ha sido de forma irregular.
Esto significa que millones de personas
han podido hacerse de un lugar donde vivir mediante un proceso de
ocupación y edificación de suelo del que no son de inicio
poseedores -aunque posteriormente esta situación se regularice--.
Esto entre otras cosas provoca una apresurada ocupación de estos
solares, que en muchas de las ocasiones era y es realizada por los
propios ocupantes del lugar. En otras tantas será asistida por algún
maestro de obra, que siguiendo las indicaciones de los propietarios
edificaban en condiciones mínimas, dando como resultado una
tipología de construcción de baja densidad y rápidamente
edificada.
En ocasiones también aspectos como la
topografía del lugar –recordemos que muchas de nuestras ciudades
emergentes aparecen en suelos con pendiente generalmente más
baratos- o la tendencia sísmica de alguna zona han hecho que se
mantenga limitado igualmente el crecimiento de los objetos
arquitectónicos. Aunque hoy día estas cuestiones técnicas no
debieran ser tan insalvables.
Finalmente, otros aspectos mas de tipo
antropológico entran en juego. Por varias generaciones el
crecimiento de las ciudades fue resultado de la migración de
personas que abandonaban el campo para asentarse en la ciudad. Estas
personas acarreaban sus tradiciones y costumbres junto con ellos, así
es posible identificar en muchos lados, como en la primera etapa de
un asentamiento urbano, se dibuja una planta de vivienda más cercana
al modelo de vida rural, tradicionalmente de bajo tamaño, pero
extendido y compartimentado.
Estos antecedentes sirven para
ayudarnos a explicar el fenómeno que la ciudad de Oaxaca a
atravesado en tiempos recientes, y que nos debiera hacer reflexionar
sobre el destino que enfrentamos si la ciudad sigue creciendo bajo
los lineamientos que lo ha hacho hasta ahora.
En la actualidad, la Zona Metropolitana
de Oaxaca de Juárez tiene un densidad media urbana que ronda los 55
habitantes por hectárea. Es decir, cada mil metros cuadrados de
suelo urbano, apenas es habitado por 5.5 personas. Una densidad muy
baja si se compara con la de otras ciudades como el propio Distrito
Federal que cuenta con 170 apersonas por hectárea.
Los problemas que resultan de esta baja
población por área son muchos, pero generalmente se traducen en un
empobrecimiento constante de la ciudad misma y sus habitantes. El por
que lo encontramos en dos rubros; la necesidad de generar redes
técnicas que den suministro de servicios y movilidad a los
habitantes de los distintos barrios y colonias de la ciudad. Pero
también el elevado consumo energético que quienes en la ciudad
habitan deben ejercer cada día y que es sufragado por su bolsillo.
Múltiples estudios nos demuestran como
la energía y el tiempo gastado en las ciudades de amplias
proporciones afectan directamente la economía de sus habitantes. Una
muestra clara de esto es que normalmente las personas de rentas
medias y altas se ubican en lugares cercanos a los centros económicos
y de producción. El metro cuadrado de alquiler más caro en la
ciudad de Nueva Yok se paga en la inmediaciones del Central Parc y no
en algún suburbio circundante.
Por lo tanto, resulta indispensable,
iniciar un debate dirigido a replantear el modelo constructivo y de
vivienda de urbes como la nuestra. Por que finalmente seguir un
patrón expansivo de ciudad nos conducirá a un alejamiento de los
estándares de vida que desearíamos para nuestra población. Además
de ser también una afrenta al medio ambiente, quizás una de sus más
grandes amenazas.
Son muchos los aspectos que tendremos
que cambiar para llegar un modelo de ciudad mas densa y compacta.
Pero si apostamos por una ciudad justa y de buena calidad de vida,
habrá que empezar antes que después.
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