Mercados Orgánicos
Otras formas de comercio en nuestra
ciudad
El Imparcial 3 de abril del 2013
Desde hace tiempo alegremente en
nuestra ciudad han venido apareciendo un modelo de mercado que tiene
la particularidad de distribuir productos de origen orgánico o
biológico. Es decir, aquellos que han sido producidos libres de
pesticidas, herbicidas o cualquier otro producto que incluya
moléculas artificiales o tóxicas para las personas.
Esta forma de producir alimentos que
hoy va ganando adeptos alrededor del mundo, no es si no en buena
parte la recuperación de las antiguas técnicas de producción de
alimentos que hasta antes de la revolución verde que acarreo el uso
de químicos prevalecía. En la actualidad luego de comprobar los
riesgos que implican los métodos convencionales de generación de
alimentos nos hemos preocupado por tender a un consumo más
responsable, tanto con el medio como con la sociedad.
Pero como suele suceder en los tiempos
que vivimos hoy día, la producción es apenas el primer paso de una
cadena que sólo resulta efectiva si logramos que los enceres lleguen
a los consumidores. Y aquí es donde ha irrumpido en el contexto de
la urbe este nuevo esquema de casi siempre al aire libre, que ha ido
ganando lugar en los últimos tiempos.
Pero antes de hablar de estos nuevos
componentes del tejido urbano, debemos detenernos en el lugar en el
tiempo donde nos encontramos, y donde esta subcultura contemporánea
ha ido ganando lugar.
A medida que nos hemos hecho cada vez
más y más urbanos, nuestra sociedad se ha igualmente diversificado
en cuanto a su tipología y complicado en cuanto a sus hábitos.
Buena parte de estos cambios se describen desde el acceso a potentes
canales de información que nos permiten lo mismo transmitir que
recibir una gran cantidad de información en cualquier hora del día,
hecho que a pesar de ser hoy día muy común se trata de un logro muy
reciente.
Así tenemos más información para
actuar sobre nuestras selecciones, mismas que alcanzan nuestros
hábitos alimenticios. Sabemos gracias a esto que mucho de los
padecimientos que afectan nos afectan físicamente como individuos y
como sociedad, son resultado de someternos a la relación con un
medio cada vez más contaminado, artificial e inseguro.
Por ejemplo, un reporte de hace unos
pocos años de la Unión Europea, detallaba que sólo el 5% de los
químicos usados en la industria alimenticia han sido revisados en
cuento a su seguridad para las personas. Lo cual nos debería al
menos alertar sobre la falta de control en el ámbito de los
alimentos procesados.
En medio de esta falta de certeza sobre
lo que llevamos a nuestra boca, por todo el mundo una serie de
agricultores lo mismo consientes de la necesidad de generar mejores
alimentos, que cansados de los abusos de intermediarios, se han
lanzado a la venta de alimentos básicos de forma directa.
Así han parecido un sin fin de
lugares, muchos callejeros, que se dedican a la venta de alimentos
que pueblan la geografía lo mismo de las grandes ciudades que de los
pequeños asentamientos del interior de países como Canada , Estados
Unidos Francia o Alemania y muchos más. Poco a poco esta forma de
consumo se une a nosotros ampliando nuestra oferta de alimentos y
servicios.
En la ciudad de Oaxaca existen cuando
menos tres puntos de venta de este tipo que poco a poco se han
integrado a nuestras vidas.
El más antiguo de éstos en El
Pochote, ubicado en la parte sur del Centro Histórico en la calle de
Rayón y Xicoténcatl, da servicio todos los días y se puede
identificar un buen número de alimentos preparados y una variedad de
productos regionales. El que se ubica en el atrio de la iglesia de
Xochimilco cada viernes y sábado, dando un gran colorido a este de
por sí fantástico ambiente. Y otro, que se emplaza martes, viernes
y domingos en la antigua estación de ferrocarril, otro excelente
escenario.
Estos tres punto de venta de productor
de origen orgánico no sólo representan una forma de vida
alternativa apara muchos. Son también un nuevo nicho económico y
nuevo hito en la configuración de la ciudad, de esos positivos que
tanto nos interesan. Uno donde se busca abrir la urbe a una vida más
sana y justa con nuestros productores.
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