Nuevos centros comerciales
No-lugares comunes
El imparcial 3 de Septiembre de 2014
Los centros comerciales en las ciudades
grandes y medias son en la actualidad una parte importante del su
estructura urbana. Desde hace cuando menos un cuarto de siglo, estos
espacios dedicados al consumo han ido apareciendo con distintas
estructuras y bajo condiciones diversas creando polos comerciales
donde la oferta de productos y marcas es la característica general.
Quizás no sea de conocimiento común
que el concepto de centro comercial tiene un antecedente muy distinto
a lo que es hoy día. Actualmente las grandes superficies comerciales
las caracterizan dos cosas, una mezcla de actividad comercial y ocio,
y la existencia de grandes superficies de estacionamiento para
vehículos motorizados, encargados de acercar a los usuarios.
Pero el concepto proviene de un origen
mucho más cercano a la gente, se trata de la adaptación de una
calle o calles de la ciudad para convertirlas en un lugar cubierto.
De forma que se facilitara la actividad comercial fuera de los
horarios tradicionales y sin importar las condiciones climáticas que
imperen en los lugares, así surgieron las galerías comerciales.
Una delas primeras galerías de este
tipo fue la Vittorio Emanuele II en la ciudad de Milan Italia de
1865, aunque las semillas de este concepto se habían plantado en
Reino Unido y Europa central. Sin embargo la galería Vittorio
Emanuele II es un espacio que concentra muchos de los conceptos que
darán origen a los centros comerciales modernos que se expenderán
por el mundo en las décadas siguientes.
En la actualidad la llegada de un
centro comercial a determinadas locaciones significa muchas cosas; la
aparición de un lugar atractivo en el entorno urbano, creación de
infraestructura, la aparición de nuevos lugares de ocio, y la
generación de empleos. Sin embargo trae también otras
consecuencias, como una enorme competencia al comercio local, los
mercados tradicionales, la entrada al mercado del crédito de la
población, y la creación de lugares con poca o nula identidad en lo
cultural y social; un no-lugar.
Los centros comerciales tienen varias
ventajas a la hora de ofrecer su oferta al consumo, entre estas la
concentración de tiendas, comodidad para el estacionamiento,
seguridad y horarios ampliados. Estos se logra mediante un modelo de
negocio por franquicias que se aleja del concepto de empresa familiar
con el que opera mucho de el comercio tradicional.
Sin embargo no todo son ventajas, se
pierde el trato humano cercano, se extraña los productos locales y a
nivel de la gran economía los centros comerciales facilitan la
salida de divisas desde lo local hacia las centrales de las empresas
representadas en las grandes superficies. La cuestión es siempre
como hacer un adecuado balance entre ventajas y desventajas.
Pero para aproximarnos al centro
comercial desde una perspectiva meramente urbana en el caso de la
ciudad de Oaxaca el modelo del centro comercial ha resultado poco
eficiente, cuando menos para la ciudad.
Se trata de lugares a los que no se ha
exigido minimizar el impacto urbano que representa su entrada en
funcionamiento, sobretodo en materia de conflictos viales y desgaste
de las superficies de rodamiento. La infraestructura para transporte
público resulta mínima o mal diseñada y sobretodo hay una nula
preocupación por el peatón y el acceso peatonal a estos lugares.
La más reciente plaza inaugurada en la
ciudad por ejemplo, tiene como acceso principal una escalinata que va
desde la calle al vestíbulo del centro comercial muy complicada de
usar para gente con problemas de movilidad. Y aunque existe una forma
para acceder por rampa mecánica o ascensor, significa caminar por la
parte baja del complejo, desde una pequeña rampa que no cumple con
la norma de accesibilidad, además mal señalada y casi oculta detrás
de la escalinata principal.
Pero quizás la mayor lacra en este
aspecto, es la falta de un paso peatonal que facilite el cruce de la
carretera de forma segura. La situación se vuelve hasta irrisoria
cuando notamos que el paso peatonal sólo permite hacer la mitad del
recorrido, y una vez en el camellón es imposible continuar hacia el
otro lado, por lo que para evitar problemas es necesario la
parecencia permanente de agentes viales en la zona, haciendo el papel
de semáforos.
Las grandes superficies comerciales
deben; como el resto de los habitantes y empresarios de la ciudad,
tomar conciencia de las implicaciones que tiene la creación de
nuevos espacios de carácter comercial en la ciudad. Garantizar que
estos más allá de ser un lugar de oferta de productos sean parte
útil del tejido urbano, y sobretodo eficiente y practico para los
habitantes de la ciudad.
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