Definiendo el espacio urbano actual II


La transformación del agro
El imparcial 19 de septiembre del 2011

El cambio de lo rural a urbano tienen muchos rostros. Uno de los que más han influenciado en la vida de las personas es la sustitución de formas de producción tradiconales, por otras tecnificadas. Es decir, industrializadas.

Inmensas corporaciones por todo del mundo han emergido alrededor del negocio agrícola, Están aquellas destinadas ala comercialización de productos agrícolas, la venta de insumos necesarios para la producción. Aunque el filón de esta escalada han sido aquellas que reúnen en una sola empresa todo el proceso, es el caso por ejemplo de Monsato.

Monsato es sin duda la corporación más poderosa del planeta en el campo agrícola –que no la única--, abarca cada paso del proceso productivo. Gestiona tierra, produce semilla, cultiva el suelo, desarrolla tecnología genética. Introduce nuevos químicos y fertilizantes, cosecha, empaca, procesa, traslada y vende.

Es un negocio de miles de millones extendido en todo el mundo --en 46 países para ser exactos--, con intereses lo mismo en la Patagonia Argentina, que en el Kenia central, o las llanuras de Arkanzas. Su influencia ha cambiado la percepción de millones sobre el problema alimenticio, y ha generado algunas de las polémicas mas relevantes sobre el tema.

Esta empresa ha chocado constantemente con agricultores de otra escala, que de forma abierta o sesgada, se han opuesto a su forma de entender la labor agrícola. Lo cierto es que la producción de alimentos, con muy pocas excepciones, se ha convertido en un eslabón mas de la cadena industrial --sobretodo en la parte occidental del planeta--. Apenas escapan pequeños grupos de campesinos que de forma discreta sobreviven en las zonas mas remotas, o de difícil topografía. Manteniendo un sistema de producción y dependencia del campo mas próximo, con una real o potencial capacidad de autonomía alimentaria.

Sin embargo los datos son claros, la mayor parte de los países del mundo son incapaces de procurar su propia comida. Los responsables de esto, son varios, pero curiosamente, todos obedecen a las leyes del mercado, el monocultivo, la especialización, los subsidios agrícolas, la producción en masa, y hasta la bolsa de valores determinan la forma en que el campo produce alimentos hoy día.

El ejemplo mas reciente de esta realidad ha generado hambrunas en los años finales del siglo XX, la crisis que provocó la especulación sobre el maíz derivada de la producción de biocombustibles, hizo temblar a mas de un gobierno. A causa del acaparamiento de un producto alimenticio fundamental para muchos pueblos de América y África. Lo que disparó su precio, este fenómeno provocó que al siguiente ciclo agrícola la producción mundial se incrementase. Finalmente la aparición de nuevas opciones de otros productos de donde se podrían obtener los azúcares necesarios para la producción de combustibles, incitaron una nueva bajada del precio del maíz, ante un exceso en la producción.

Estas situaciones tan cambiantes se repiten en una gran cantidad de productos agrícolas y momentos históricos. Como resultado, tenemos una enorme descompensación en la producción de productos alimenticios. En Italia aveces hacen falta tomates, y china ha atravesado crisis por la carencia y precio del arroz. El mundo come lo que quiere, aunque eso signifique comer lo que se ha producido a miles de kilómetros de distancia.

Para ir concluyendo, si hemos realizado este rápido repaso a la estructura agrícola de la actualidad. Es por tratar de justificar el que es importante tratar de entender la cuales son las particularidades de la relación campo ciudad, bajo un modelo productivo que dista mucho del que existía hace 20 o 50 años.

Basta con recorrer alguna de las carreteras y autopistas que crusan nuestros países, para darnos cuenta que entre ciudad y campo existe desde un continuo espacial. Hasta una serie de elementos que nos hacen dudar si ya hemos salido de la ciudad, o si seguimos en un espacio urbano mas distendido.

Cuando el economista y teórico del urbanismo, Bernardo Secchi emitió su teoría sobre la Città Difusa, la limitó a un área específica que reunía una sería de elementos, que el creyó particulares del Veneto Italiano. Una urbe sin fin, sin campo y sin ciudad, pero a la vez con los dos.

Al día de hoy pasados ya varios lustros desde que Secchi hablara de estas características, de forma urbana. Podemos afirmar que estos patrones se han multiplicado en una gran cantidad de lugares, a lo largo y ancho del planeta. Quizas Secchi sólo describió la primera de una nueva generación de ciudades sin borde alguno. Quién sabe...


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