Infraestructura en la ciudad histórica


Abriendo cicatrices
El Imparcial 10 de septiembre del 2012



Aprovechando el hecho de que la semana pasada sucedió en nuestra ciudad un encuentro de arquitectos, ligados a las distintas delegaciones del INAH a nivel nacional. Se dio la oportunidad de abrir la reflexión sobre uno de los temas que más han suscitado debates en el ceno de la ciudad patrimonial. Las infraestructuras.

Una cosa es un hecho, la ciudad, histórica o no, no puede sobrevivir si estos múltiples sistemas que aveces como arterias, otras como intestinos, se encargan de que las cosas circulen y pasen. Sin embargo, cuando poseemos una preexistencia el debate siempre ha sido, que se vale y que no a la hora de intentar adaptar el espacio urbano.

Como ejemplo, podemos acudir siempre a aquellos estados que pese a contar con una amplia historia reflejada en forma de magníficas ciudades. Miremos por ejemplo alguna ciudades europeas.

Muchas de estas urbes, han sido acompañadas por un proceso de transformación continua que lejos de agredir su identidad, se ha convertido en el eje y perfil de su estado contemporáneo, en cada etapa histórica. De forma que permanecían siempre actualizadas, con muevas invenciones a su disposición. Aunque hay que decir en ocasiones implementadas de forma radical.

Pero una constante se refleja en el perfil de estas urbes, que las hace ampliamente interesante, están en movimiento. Cuando nos asomamos por ejemplo a las urbes de la Europa central, encontraremos que en muchas de ellas, los rieles del tranvía siguen siendo parte del trazado de la ciudad.

Estas máquinas han arribado a nuestro tiempo, como herederas de aquellos carros tirados por caballos. Luego de haber pasado por una enorme transición que los ha llevado de la madera y los motores eléctricos primitivos, a sistemas de inducción eléctrica que no usan cableados.

De forma tal que una ciudad medieval como lo es Praga, con su increíble historia y contexto de cuento de hadas.  Esta penetrada en cada dirección por un sistema de tranvías eléctricos, que permiten que sus habitantes se acerquen al casco histórico sin necesidad de ocupar el automóvil privado.

La cosa ha llegado a ser tan importante en algunas ciudades, que incluso en capitales como Zagreb, existe un sistema de tram eléctrico gratuito. Que permite moverse a la población de la ciudad dentro del sector histórico de la misma. De este modo, se genera un ambiente libre de coches lo que indirectamente protege la ciudad.

Pero las “tripas” de la ciudad histórica tienen más de un rostro. Cada día nos asombramos con nuevas propuestas que intentan llevar infraestructuras dentro de estas ciudades históricas, que aveces se aprecian como máquinas del tiempo descompuestas.

En Toledo España, por ejemplo, un magnífico sistema de escaleras eléctricas, penetra bajo de la muralla medieval, para permitir el ascenso al casco histórico de la ciudad. Este proyecto, que apenas se dibuja bajo de una cubierta verde, fabricada del propio relieve de la montaña, y que transforma el proyecto en apenas una ligeras cicatriz marcada sobre la pendiente. De nuevo facilita el acceso de todo mundo a la parte alta.

En Cagliari Italia, para ascender a lo alto de la otra hora fortaleza y hoy corazón del centro histórico de la ciudad, se han colocado un elevador a cada extremo del conjunto. Estas piezas de acero, totalmente desprendidas en cuanto a su forma arquitectónica del conjunto histórico. Permiten que cientos de personas asciendan cada día para visitar la elevada fortaleza.

Al final de este recorrido tan breve, se observa que incluso la ciudad histórica necesita de estos nuevos elementos que la pongan en forma y contacto con el tiempo que transita. Que finalmente todo fue contemporáneo en algún momento y que la estética es siempre un concepto que cambia de piel cada tanto.

Pero sobretodo, no hay que perder de vista que para que la ciudad exista y sobreviva, debe ser apta para ser habitable. Y que esto implica que su pobladores puedan sentirse cómodos y seguros en ella. Por eso cuando preguntan cual es el límite de la transformación de ciudad colonial. Aveces sólo queda decir, que es aquel, donde sus habitantes se sientan en comunión con ella.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La arquitectura y la comunidad / Eugene Raskin

Super manzanas o Superilles

2019