Centro de Convenciones
El imparcial 21 de enero de 2015
Las ciudades requieren constante mente
renovarse y dar lugar nuevos espacios para mantener su dinámica y
tendencia natural al crecimiento. Para que esto suceda dos aspectos
son esenciales, entender las ventajas y desventajas de cada ciudad y
dirigir los esfuerzos de los gobiernos, los colectivos y las personas
en dirección de aprovechar estas ventajas y combatir las
desventajas.
Lo que sucede en nuestro países que
somos unos grandes desconocedores de nuestras propias ciudades, con
unas pocas excepciones las ciudades en México son descritas desde el
análisis de sus partes y pocas veces se contempla un todo. Tampoco
se suelo tener una visión de ciudad, es decir un objetivo y un
programa que conduzca desde una definición elemental a las ciudades
en dirección de un concepto final que se ha vislumbrado de manera
racional.
Las ciudades en México por desgracia
son casi siempre objetos intuitivos que se van componiendo de forma
acelerada y las soluciones a los problemas enfrenta son casi siempre
respuestas tardía a situaciones que ya se enfrentan. Son pocos los
casos donde la planeación de la ciudad mexicana se adelanta a la
ocupación dele espacio preparando el espacio urbano para ser
ocupado.
La improvisación es un gran enemigo de
las ciudades, ya que hacen que los recursos de la ciudad se gasten
manera apresurada y sin mucha conciencia. Omitiendo ese conocimiento
de la realidad de la urbe o evitando planificar la ciudad futura de
forma más inteligente.
Hay que entender un par de cosas antes
de seguir adelante en esta definición sobre el citado proyecto.
Muchas veces se ha repetido que la ciudad de Oaxaca vive del turismo,
hasta el día de hoy quién escribe no conoce una fuente oficial que
sustente esto.
Por el contrarío los datos del Censo
económico del 2011, reflejados en el documento Zonas Metropolitanas
de los Estados Unidos Mexicanos del INEGI. En su análisis para la
Zona Metropolitana de Oaxaca, nos dice que el aporte sector alimentos
hoteles y servicios turísticos es menos del 5% del PIB de la ciudad y su zona metropolitana.
Lo que no es para nada despreciable,
pero esta muy por debajo del verdadero motor de la economía urbana
según este mismo documento. El consumo interno en su tipo minorista
representa casi el 30 % del PIB urbano. Si de algo vive la ciudad es
de los pequeños comerciantes que abastecen lo mismo a los habitantes
de la urbe, que a otros oaxaqueños que acuden a comprar alguno de
los miles de locales que subsisten en el centro de la ciudad,
particularmente en el cuadrante suroeste.
La segunda cosa que hay que entender es
que la ciudad de Oaxaca requiere tanto áreas verdes como empresas y
proyectos exitosos. Y que nuestro desarrollo como ciudad debe
considerar muchas cosas pero una muy en particular es la conservación
del medio ambiente que convive y del cual en última instancias
depende.
La contaminación de la ciudad de
Oaxaca y su zona metropolitana no es un mito, el crecimiento de la
mancha urbana y el uso intensivo de vehículos de motor se ha
convertido en un reto para el que debemos prepararnos en un mediano
plazo. En este aspecto la conservación de los pocos pulmones verdes
de la ciudad será una necesidad urgente para la que debemos estar
preparados desde ahora
El proyecto del Centro de Convenciones
para la ciudad de Oaxaca puede ser un proyecto importante para el
desarrollo de un sector económico de la ciudad. No el más
importante como he tratado de explicar al inicio, pero si de gran
relevancia para permitir la llegada de recursos al PIB urbano de la
ciudad capital. En eso pareciera que existe consenso.
Lo que de verdad está por demostrarse
es si la locación que se ha elegido para implantar tal idea es la
adecuada; con mirada de urbanista y basado sólo en cuestiones
técnicas me parece que no es el mejor emplazamiento. Existen una serie de
dificultades propias de ese lugar, topográficas, mecánicas y
viales, que si bien son superables, convertirían el proyecto en uno
costos, social, económica y ambientalmente hablando con buen riesgo
de fracaso.
La urbe necesita ideas como esta, pero
sobretodo requiere ser muy sensible a que las soluciones deben ser de
largo plazo y no inmediatas. Pese a la buena voluntad que pueda haber
por parte del gobierno para activar la economía, en este caso creo
que valdría la pena recapacitar y recordar que para hacer un
proyecto valioso es necesario hacerlo viable desde el mayor número
de frentes.
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