Día internacional del agua y nueva ley de aguas
El imparcial 18 de marzo de 2015
Río Atoyac Oaxaca |
El día 22 de este mes se conmemoran el día mundial del agua, celebración que pretende hacer conciencia sobre la importancia
de conservar los ambientes que nos dan acceso a este elemento vital y asegurar
el acceso a la población del planeta a agua de buena calidad.
No debemos olvidar que al día de hoy según el
Banco Mundial casi mil millones de personas no tienen acceso al agua de forma
cotidiana y que en México más de 20 millones carecen del líquido. Esta cifras pudieran sonar abstractas, pero
equivale a que el 25% y 20% de estas poblaciones respectivamente, que enfrentan
grandes problemáticas de todo tipo debido a esta limitante que merma
dramáticamente su desarrollo.
En caso del estado y la ciudad
de Oaxaca la crisis hídrica se ha fraguado en las últimas tres décadas
acompañada del crecimiento acelerado de la población y el establecimiento de la vida urbana como forma
predominante de vida.
Más
o menos el 80% de nuestra población esta
dentro de ese sector, lo que le convierte en un usuario o demandante del
servicio de agua potable bajo el modelo de demanda urbano. Que varía según cada lugar, pero que se
calcula entre 100 y 150 lts al día.
Mientras existen comunidades o sectores en las ciudad donde el servicio es
igual a cero o casi cero.
Este marco tan comprometido es
que se levanta la actual polémica que se ha desatado a
partir de un intento por aprobar una ley que transformará radicalmente la forma en que se entiende y maneja el
uso y acceso al agua en todo el país.
Esta nueva ley tiene objetivos
bien específicos que es necesario entender, porqué altera la naturaleza y sentido de un bien que esta
contemplado como un derecho humano, garantizado por nuestra constitución y un gran número de
acuerdos internacionales. De ahí deriva en parte lo temerario
y urgente de transformar esta ley en favor del sector extractivo, que ha sido
consentido sin límites en las últimas décadas
por gobiernos subsecuentes.
Este sector que ejerce un gran
poder de persuasión sobre la clase política, se ha hecho del control y la toma de desiciones
sobre el manejo hídrico y ambiental de varios
países, entre ellos las grandes potencias de Norte América y Europa, que han incluido reformas para que el
agua sea utilizada en procesos de extracción de
petróleo y minerales como es el caso de la técnica denominada fracking o fractura hidráulica.
Esta practica consistente en
inyectar agua "pesada" a las grietas del subsuelo para
"liberar" los hidrocarburos ahí atrapados
y así poder ser extraídos y
explotados. El problema es que estos significa el consumo de literalmente
millones de litros de agua y abre la puerta a la contaminación de mantos y mares, debido a las mezcla de
substancias en el agua para aumentar su peso molecular y hacer que esta expulse
de las grietas el hidrocarburo.
La ley también beneficia a las, mineras que podrían explotar el agua de los territorios donde se
ubiquen sin la necesidad de hacer un plan de gestión o incluso tener una concesión. Esto implica que literalmente podrían matar de sed a las comunidades vecinas de donde se
instalen, la polémica ha sido tan amplia que
en fechas recientes el gobierno de Canadá se
desmarcó de sus empresas mineras trabajando en otros países como marcando distancias de la polémica que se avecina.
Las practicas de las industrias
extractivas en el mundo y en México en particular han sido
muy cuestionadas y en muchos casos aberrantes. Es el caso de la minera
estadounidense Penmont, que recibió en fechas recientes un fallo INATACABLE, ya que la
comunidad del ejido El Bajío en el estado de Coahuila,
demostró que esta había
explotado por 16 años tierras comunales,
saqueando oro y plata, en perjuicio del territorio y los habitantes del lugar.
Abrir la puerta a una ley que
facilita estos posibles actos puede resultar en un alto costo para la mayoría y en un grave perjuicio para la gente de a pié que vería cada
vez más comprometida su supervivencia ante la sobre
explotación del agua. Es entonces en este marco donde cabe hacer
un llamado a la reflexión de los habitantes de país y preguntarnos si debemos permitir que se comprometa
lo más preciado que tenemos, la vida misma.
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