Ciudad que crece

El imparcial 11 de marzo de 2015

Ciudad Judicial Reyes Mantecón

Hace muy poco mientras realizábamos una actualización de los datos sobre el estado general que guarda la ciudad de Oaxaca, saltaron varias cifras que deben cuando menos ponernos a pensar sobre lo que pasa en nuestra urbe. Si no es que preocuparnos lo suficiente como para iniciar un proceso de transformación más urgente del que se ha producido hasta la actualidad.

Primer dato, para el CONAPO, según sus previsiones ya liberadas, actualmente la cifra de personas que viven en los 22 municipios que este organismo reconoce como la Zona Metropolitana de Oaxaca, supera ya los 648 mil, contra 607 mil en el 2010. Segundo dato a escala de la región fisiográfica de los Valles Centrales, la población ya rebasó el millón de personas.

Esto implica que en cuatro años desde el censo del 2010 la población metropolitana se incrementó en casi un 7%, cifra por demás importante, sobretodo cuando hay los que se han atrevido a decir que la ciudad de Oaxaca está en recesión en materia de crecimiento. Nada más equivocado, estamos entrando a un nuevo pico, sólo que se trata de uno con otras consideraciones.

El alcance de estos incrementos en la vida de las personas y en la salud del territorio, se han hecho más que evidentes en los ciclos que padecemos cada día, aunque quizás no los hemos relacionado todos los fenómenos juntos. Veamos algunos casos:

La realidad es evidente, la ciudad se va haciendo cada vez más difícil, cada día cuesta más recursos movernos hacia dentro y fuera de la zona metropolitana o incluso dentro de ella. Incrementos en el gasto energético, tiempos de espera prolongados, y agotamiento de la paciencia de sus pobladores, es de lo mucho que los habitantes de la urbe van enfrentando y a lo que se van acostumbrando de manera forzada, poco a poco.

Otra realidad que nos afecta a todos es quizás la más preocupante y urgente de analizar con una visión de futuro para todos en esta ciudad, el acceso a agua potable, y no sólo agua entubada. Este reto esta también directamente relacionado tanto con el incremento de la población como el de la mancha urbana que este va generando y que le supera muchas veces.

A medida que la ciudad y sus necesidades de abasto se expanden resulta más complejo dotar de agua a las comunidades que se van formando dentro o en el borde de la Zona Metropolitana. Recientemente hemos visto como la ciudad se colapsa varias veces debido a la demanda constante de grupos de colonos por el acceso al este componente indispensable para la vida humana.

En ambos caso el de la movilidad y el del acceso al agua potable, existe un elemento común, los dos fenómenos golpean al medio ambiente de forma directa y aumentan el riesgo que padecen los habitantes de la ciudad por habitar en un medio contaminado.

La emisión de contaminares a la atmósfera de la ciudad, producidos por los miles de viajes en vehículos de motor que genera un gran numero de personas en movimiento, se refleja no sólo en la calidad del aire que respiramos. Si no en muchos otros campos como el incremento de temperatura en la mancha urbana y la consecuente afectación de las formas de vida con que compartimos este hábitat.

Por otro lado, la extracción de agua del subsuelo y manantiales adyacentes a la ciudad, se esta convirtiendo en una sobre explotación de los recursos hídricos de la cuenca y microcuencas de la región. Lo que pone en peligro la supervivencia alargo plazo de la ciudad y por consiguiente la de los cientos de miles de personas que aquí habitamos.   

Un incremento en la actividad humana del orden del que se ha estado dando en los límites de la región que aloja la ciudad de Oaxaca es un tema al que debemos prestar capital importancia y dirigir soluciones eficaces. Estamos a tiempo de intentar atajar en la medida de lo posibles esta situación, pero debemos entender lo urgente que resulta relacionar el crecimiento de nuestro hábitat urbano y su efecto en el medio que nos acoge, de otra manera el equilibrio que necesitamos para sobrevivir en el se vera gravemente dañando.