Un año para los mercados
Otro reto para la ciudad
El Imparcial 22 de enero del 2014
Arranca el año y la ciudad no se detiene,
tampoco lo hace el número infinito de retos que se incrementan a medida que la
ciudad se hace más grande y compleja y que su población se desdobla poco a
poco. Cada vez aparece un nuevo ingrediente del compendio social o económico
que viene a incrementar las tensiones que esta ciudad que trata de ser moderna
mantiene con su concepto de ciudad histórica y patrimonial.
Lo retos que enfrenta Oaxaca ciudad
de cara al futuro no terminan en las discusiones del pasado, por el contrario
se van ampliando a medida que este siglo se abre más y más. Actualmente la
estructura humana de la ciudad se ha reconfigurado y transformado
increíblemente y con ello se ha llevado a la ciudad a una nueva era llena de
interrogantes sobre su estructura misma, pero sobretodo con una inmensa
cantidad de retos por enfrentar.
Entre los mucho que se nos vienen
encima destacan desde los más básicos hasta los más estéticos. Abastecer de
agua de calidad una población creciente y en eterna demanda, o mantener en buen
estado el casco histórico de la ciudad. Apuntalar la economía de una urbe
intermedia que mantiene su condición de centro de intercambio, o preocuparnos
por el creciente número de desechos que estamos produciendo, sin dejar de
mencionar de largo el tema de la movilidad humana.
La ciudad cumple su función cada día
y por ese motivo el compromiso de la Casa de la Ciudad como institución que
acompaña su cotidiano resulta altamente importante al medio de una era de
cambios y contrastes. Es necesario también que la propia institución se
modernice y entre en un esquema de operación adaptado a los tiempos sociales y
tecnológicos que se nos vienen por delante.
Uno de los ingredientes que se suman
a este debate tiene que ver con la vida de y función de un componente básico en
la estructura urbana de las ciudades en nuestro país. Los mercados públicos son
para muchos el lugar de referencia de nuestras ciudades y un elemento tan añejo
dentro de nuestra cultura que a veces, malamente lo pasamos de largo y damos
por sentado.
Son también el motor que hace
funcionar barrios enteros y genera un gran número de empleos directos e
indirectos al tiempo que se transforma en un nodo de encuentros insalvables, desde
donde se distribuyen noticias y novedades.
Hablar de mercados es hablar de ciudad,
es hablar en muchos sentidos del origen mismo de muchas ciudades. Los mercados
son lugares de intercambio, no sólo de productos y dinero, sino de ideas y
perspectivas. Son el punto obligado de paso para todos los que habitan la
ciudad y el lugar de llegada para aquellos que llegan del campo a vender sus
productos. Son en resumen, uno de los componentes más importantes y necesarios
de nuestra sociedad y sus urbes.
Los mercados, por lo tanto, son parte de
esa ambigua definición que cada vez nos cuesta más entender y suponer: el
espacio público. Lugares comunes donde acudimos con cualquier pretexto -no sólo
el de comprar y vender- sino también comer, conocer, pasear… Son lugares para
reconocernos e intercambiar noticia. Lugares para todos, propiedad y
responsabilidad de todos.
La Casa de la Ciudad quiere dedicar este
año a estos espacios singulares y únicos que en contexto de una ciudad como la
de Oaxaca resultan imprescindibles. Queremos reconocerlos, entender su
situación actual y tratar de aportar en la construcción de un debate que los
conduzca hacia una mejora constante de sus condiciones, en la búsqueda de que
estos lugares sigan formando parte importante de la vida de nuestra ciudad, de
nuestras vidas.
Invitamos a toda la sociedad a
involucrarse en este debate, para aportar en la recuperación y modernización de
estos lugares tan centrales, milenarios y entrañables en la vida de las
ciudades y nuestras propias experiencias cotidianas.
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