Urbanismo Salvaje
O como copiar un modelo nefasto en San Felipe
El Imparcial 11 de diciembre del 2013
San Felipe del Agua Oaxaca |
En Barcelona y Cataluña nombre de la provincia donde se ubica esta
ciudad y de la que es su capital se toman muy en serio el tema de la planeación
del espacio urbano y el manejo de los recursos físicos con que cuentan. Para
una provincia con expectativas históricas de ser un estado pequeño es
importante que este hecho, ya que permite que cada recurso con que se cuenta sea
aprovechado al máximo.
Esto no impidió que durante las décadas de los noventa y la primera del
siglo XXI Cataluña entrara en la fiebre "urbanística" que corrió
hasta lo más profundos de sus cimientos al estado español. Aunque en mucha
menor medida y con impactos mejor controlados que en otras partes del país.
En lo que muchos llamaron la "era del ladrillo" España y los
grandes capitales centraron su expectativa de crecimiento en la edificación de
literalmente millones de viviendas, infraestructuras y equipamiento al por
mayor. Llegando al ridículo de inaugurar aeropuertos sin aviones o autopistas
duplicadas, que no tenían ninguna demanda.
Apoyados desde el financiamiento europeo se gesto una auténtica orgía
que se saldará una de la crisis más profundas en la historia de Europa.
Arrastrando a una cuarta parte de la población al desempleo, nunca tantos
jóvenes en la historia de este país estuvieron tan abandonados.
Pero la consecuencia más inmediata de este fenómeno no fue el desempleo
y la perdida de oportunidades una generación entera de los mejores jóvenes de
ese país. Si algo caracterizó esta etapa de "desarrollismo" barato,
fue el atentado medio ambiental del que fue víctima la mayor parte del
territorio hispano, literalmente miles de km de playa fueron arrasados y
millones de hectáreas de bosque y llano depredadas.
Bajo el pretexto de integrar España a Europa y al estado de bienestar
todo se valía. Tanto partidos conservadores como de izquierda se unieron a este
desastre, y pese al arrepentimiento posterior de unos y otros el mal estaba
hecho.
Todo este antecedente sirva para cuestionar la aprobación por parte del
cabildo de la ciudad de un desarrollo habitacional a implantarse en la zona
protegida por decreto en la zona de San Felipe del Agua.
Mientras por un lado a lo largo de esta administración se ha hecho un
amplio intento entre ciudadanos y algunos miembros de la administración
municipal por preservar la salud de nuestra ciudad --incluyo aquí al propio
edil capitalino--. Sorprende de sobremanera este albazo al final de un camino
bastante respetable en este aspecto.
Entrar en la dinámica del urbanismo salvaje institucionalizado y sumarlo
al cotidiano establecido de facto, responsable del enorme deterioro social y
ambiental de esta urbe, dará como resultado la construcción de un modelo de
ciudad imposible de sostener. Y contra la cual se ha declarado todo el que
realmente le interese esta ciudad y toda mente razonable que aquí habite.
Nos queda esperar que otras instituciones como el Instituto de Ecología
Estatal, así como el órgano municipal de ecología impongan el orden
institucional en el territorio del estado. En favor de las generaciones que
vienen, y no sólo por aquellos que pretenden obtener algún beneficio inmediato.
Las urbes necesitan prever su futuro, y el modelo de expansión sin
control sólo asegura su miseria. Es necesario que nuestros líderes entiendan
esto, y que miren otros espejos en los que sólo se proyectan perdidas y
desolación, espero sinceramente que esta no sea la ciudad que quieren heredar a
los que viene detrás.
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